Continuando con el proyecto Inclumap, los alumnos del 2º FB Básica del Centro Formación Folgado, hemos conocido a Marcos Mínguez, un guarnicionero de profesión.
¿Qué es un guarnicionero? Podemos pensar en un oficio relacionado a la guarnición, o sea, un oficio en el ámbito hostelero o de restauración, como fue una de las respuestas de uno de los alumnos, cuando Marcos preguntó si conocían a un guarnicionero. Pero no, Marcos no trabaja con platos combinados sino con el cuero y los animales como los caballos.
Un guarnicionero o talabartero es el artesano que trabaja la guarnicionería, es decir que realiza arneses y aparejos para caballos, mulas, usando el cuero como material principal.
Marcos, un autodidacta que aprendió este oficio porque le encantaba la artesanía, y lleva dedicándose a ella desde los 14 años. Nos comentó que no existe ningún centro formativo relacionado con ello, tan solo una escuela en Sevilla que forman profesionales para hacer monturas y rastre para los caballos, pero que, hoy en día, hay pocos artesanos que ejerce la guarnicionería.
También explicó que las herramientas que usa son muy caras ya que para trabajar al cuero que es un material resistente y grueso, deben ser de gran calidad, como son los sacabocados (para perforar el cuero) y la remachadora (para fijar broches de presión), además dijo que el cuero es muy apto para la fabricación de bolsos, ropa, sombreros, cinturones, carteras, calzados, etc., y que es un material duradero, que puede durar hasta 5 veces más que otro tipo de telas.
Por otra parte, puntualizó que este de oficio no se estudia, sino que se aprende, que trabaja según la demanda del cliente y que incluso hay algunas piezas que suelen costar por encima de 2000€ ya que se considera “pieza única” porque hay que hacerla sobre el caballo, es por ello que suele desplazarse constantemente a la ciudad donde se encuentra el caballo, en numerosas ocasiones suele ser Andalucía y Valencia.
En la comunidad Valenciana, solo hay dos guarnicioneros: Marcos y otro compañero de Castellón.
Los alumnos le preguntaron si confiaba con las nuevas tecnologías para su labor a lo que respondió “que no había probado aún herramientas modernas y cree que tal vez al pasar el tiempo, es posible que use estas nuevas herramientas, pero por ahora que la calidad de sus creaciones depende en mayor parte al talento y mano artesano, que le ha convertido en uno de los guarnicioneros más autóctonos de la comunidad”.
La habilidad artesana, las experiencias de los viajes hechos hasta ahora, su amor y pasión para su oficio son ventajas notables de su oficio.
